El nido de canarios

El nido de canarios se había convertido en un espectáculo sonoro, visual y de lecciones de vida.

El nido de canarios se había convertido en una bella distracción. Lo observaba en sus paradas a tomar café, a veces solo, mientras cuadraba su agenda o sencillamente descansaba, a veces, acompañado entre conversaciones. Un espectáculo de vida, de alegría y vistosidad e incluso de sabiduría. Estas aves con su colorido y sus cantos le alegraban la vida, un oasis, entre tantos altibajos.

El nido de canarios

Era un cliente habitual y mientras esperaba que le sirvieran un Espresso notó el canto armónico y melodioso de un ave, era un canario de tejado. Giró su cara hacia la ventana de la cafetería y observó, cómodamente sentado desde su silla, a una pareja de canarios en lo alto de un tubo eléctrico. Mirarlos y escucharlos casi pasa a la contemplación, de no haber sido por la interrupción del barista, pidiéndole permiso para servirle el café.

La mañana tenía esa calidez que se siente al contacto de los rayos solares, pero, también tenía ese toque gélido de la brisa de la mañana. Esa mezcla atmosférica le añadía nitidez al aire, era más cristalino y embellecía a donde se dirigiese la mirada. Miraba a los canarios, era el macho el que cantaba y vigilaba, simultáneamente, la hembra entraba y salía de un tubo eléctrico. Estos tubos por los cuales entran los cables que vienen del tendido eléctrico y van hacia las casas, edificios, etc. Este tubo, al final o comienzo, tiene una especie de cúpula con abertura hacia el suelo, para evitar que el agua de lluvia entre y cause un daño al sistema eléctrico. Esta cúpula resultó ser el sitio ideal para que una pareja de canarios hiciera su nido, para que formaran su hogar.

Pareja de canarios de tejado en los cultivos de Caroai Café.

hacer el nido

Durante la semana, por lo menos dos o tres días, iba hacia San Cristóbal en la mañana, y al final de la tarde, regresaba a su casa, cuestiones de trabajo. Así que, pararse a tomarse un espresso, generalmente en la mañana ya era una pausa en el viaje, un momento de relax, pues en lo agitado de la vida, siempre hay que buscar calma. Ahora cada mañana, primero mientras esperaba, y luego mientras disfrutaba su café, observaba y escuchaba a los canarios, los del tubo eléctrico. La observación empezó a tener un tono meditativo. Ver como uno de ellos estaba atento, mirando hacia todos lados, vigilando y cantando, mientras la pareja llevaba pequeñas ramas, y esas hojas secas, alargadas y finas del árbol de pino cercano. Una mañana, entre sorbos de café: «Estos canarios están construyendo su hogar» pensó él.

Sicalis flaveola es el nombre científico con el que calificó y describió el naturalista de origen sueco Carlos Linneo a estas aves. Sus hábitats incluyen varias partes de sudamérica, entre las cuales está la cordillera de los andes. El nido es construido por la hembra, mientras el macho vigila y canta. Se alimentan de semillas y brotes de gramíneas, por lo general se observan por el suelo, en pareja o en grupos.

El hogar

Al poco tiempo de observación empezó a notar el chirrido de los pichones. La pareja había construido su casa, por así decirlo, y ahora tenían sus hijos. Los alimentaban y cuidaban, unas semanas después, café en mano, notó que los pichones ya volaban, daban sus primeros pasos ante la vida. Tenían un color grisáceo, no el característico amarillo, seguían a la madre, por el suelo, mientras esta picoteaba, pero ya no les daba comida, les estaba enseñando donde conseguir sus alimentos.

Pasaban las semanas y observó que los pichones, con las enseñanzas primeras y necesarias, para enfrentar la vida, dejaron el nido. El tiempo continuaba, y entre muchos espressos, observó que el ciclo se reiniciaba. La pareja de canarios, el macho cantando y vigilando, la hembra reacondicionando el nido; así comenzaban de nuevo. Una mañana, como siempre, adornada por el canto del canario, hacía más placentero cada sorbo de café. Apareció algo nuevo, algo que no había visto, hasta ahora, una veloz mancha atravesó el espacio entre sus ojos y el nido.

Un gavilán habado, en fracciones de segundo, capturó a la hembra, cuando estaba entrando a la boca del tubo eléctrico. El canto del canario macho cambió a un tono lastimero, de tristeza por la compañera perdida. Un descuido, de solo milisegundos, se transforma en muerte, así es la naturaleza, así es la vida que todo lo equilibra. Poco tiempo después había otra pareja de canarios, no había forma de saber si el macho había conseguido otra compañera o era una pareja nueva, que aprovechaba el nido abandonado. La naturaleza no se detiene, la vida sigue, renace y todo se transforma, todo sirve.

La enseñanza de los canarios

Unos años después, en una de sus paradas habituales a tomar café, había invitado a una amiga. Los canarios estaban en el poste y continuaban cantando. Se sentaron y ella pidió un Latte vainilla y él un Cappuccino —generalmente pedía un espresso, pero el cappuccino era más acorde para una conversación— Ella tenía sus hijos jóvenes, los de él todavía adolescentes, unos minutos y la conversación iba hacia los hijos, los de ella.

—Tengo mi casa dividida, ahora tengo tres en una, mis dos hijos se fueron con sus parejas. —dijo ella con un tono melancólico—. Solo quería ayudarlos.

—Si, se que se han ido, pero, no entiendo lo de la casa. ¿dividida?

—Bueno, primero cuando mi hija decidió casarse con su novio, le construí un anexo, como un apartamento sobre mi casa. —le contaba ella, con su taza entre las manos—. Empezaron a vivir ahí, y luego, mi hijo se trae a su novia, y para ayudarlo, dividí mi casa, para que él tuviera su anexo, me pareció justo, bueno, ya había hecho lo mismo con su hermana.

—Pero, el esposo decidió ir a otro país a probar suerte —continuó ella, mientras él la escuchaba atentamente, al fondo se escuchaban los canarios— Así pasaron varios meses y ella en la casa, bueno trabajaba y yo la ayudaba con el niño, de vez en cuando viajaban pero regresaban, hasta que tomaron la decisión de quedarse.

—Debo confesarte que me pegó muy fuerte, ahora pienso cuando veré a mi nieto.

—Y ahora, mi otro hijo también se acaba de ir del país con su esposa. —lo decía con la mirada en la taza de café y que sostenía con ambas manos— Dividida y sola, así está mi casa, eso es lo que ha pasado.

—No valoraron el esfuerzo que hice por ellos, tanto esfuerzo, los ayude con sus casas y, se fueron, así nada más.

—¿Qué te parece? —le preguntó ella, mirándolo— ¿así son todos los hijos?

Él había estado atento a lo que ella le contaba, a veces, el solo hecho de escuchar sin interrumpir ayuda mucho.

—¿Me estás preguntando? —dijo él, con un ligero tono de advertencia— ¿Estás segura que quieres mi opinión?

—Si claro, ya te he contado.

la naturaleza

Tomó aire, como preparándose para lo que diría y le dijo: —Tengo varios años viniendo a este Café. ¿Ves lo alto de ese tubo, al lado de la columna?

—Si, claro. —contestó ella, medio confundida— ¿que tiene que ver eso?

—Ahí hay un nido de canarios, mira ahí está el macho, la hembra debe estar dentro o por llegar, tengo años observando, no se si a la misma pareja de canarios o quizás otra pareja. Lo que si se y he visto es como han ido construyendo el nido, luego escuchaba el piar de los pichones. —ella escuchaba, pero estaba confundida, ¿que tiene que ver todo esto?— he visto como los pichones empiezan a volar y sus padres le enseñan donde comer, ya no les dan. la madre va por el suelo picoteando y ellos atrás piando, pero ella no les da.

La sabiduría

—A las pocas semanas, los pichones ya preparados para la vida, se van. —él continuaba diciéndole— Y comienza un nuevo ciclo, por decirlo así. No se si he estado observando la misma pareja de canarios o ya estos sean otros. He estado viendo ese patrón, un comportamiento, una enseñanza de vida, lo que debería ser la preparación de los hijos por parte de los padres. Lo que nunca he visto, es que uno de esos pichones regrese con una pareja al nido.

Ella lo veía y, le costaba asimilar, pero todo empezaba a tener lógica.

—Tanto tu hija, como tu hijo ya se habían ido de tu casa, trabajaban y vivían independientes. ¿Porqué los traes a tu casa cuando ellos comienzan a hacer su propia vida? Fijate en los canarios, unas aves, unos animalitos, pero ellos no hacen eso. —Continuaba él— Esas aves son parte de la naturaleza y, como toda la naturaleza, siguen un patrón divino. Los antiguos griegos pensaron y escribieron sobre la naturaleza y, palabras más palabras menos, la naturaleza es el creador, la conciencia universal, el gran arquitecto, como lo quieras llamar; es Dios manifestado.

—La naturaleza, estimada amiga, es sabiduría en pleno, me vas a perdonar pero, si al caso vamos, has hecho algo que en la naturaleza, unas aves como unos canarios no hacen. Has hecho algo contra natura, suena duro, pero creo que así es.

Ella se quedó pensativa, veía hacia el nido, veía hacia su café, con la figura de una flor, de un perfecto arte latte, ya en el fondo de la taza. Respiro hondo, pero ahora con cierta tranquilidad.

—Se han ido. —refiriéndose a sus hijos— y eso es lo natural, tienes razón, así debe ser.

—Si, si les enseñaste bien, si los preparaste, puedes estar tranquila. Los canarios una vez que los enseñan, los sueltan. Un poeta libanés llamado Kahlil Gibran en su obra El profeta, tiene un poema llamado De los hijos, dice que los hijos vienen al mundo a través de ti, pero no son tuyos, tienen sus propios pensamientos y, culmina diciendo, que los padres deben ser como el arquero que tensa su arco y apunta su flecha hacia lo más alto. Entonces, disfruta viendo volar tus flechas.

Ya no tan pensativa, ahora más bien liberada, con alegría, luego de la despedida, se marchó a su casa, esta continuaría dividida pero ya no debía preocuparse por eso. Él, había pedido un espresso y, viendo el nido de canarios, les agradeció por tanta enseñanza.

José Luis Araque con una trilladora de café
José Luis Araque es productor y tostador de café. Barista SCA. MSc. Gerencia de Empresas mención Mercadeo

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El consumo de café en China para los próximos años

El consumo de café en China va en crecimiento y, esto debe ser aprovechado por los productores.
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Mujer bebiendo café, el consumo de café en China va en aumento
Photo by Andrea Piacquadio on Pexels.com

El consumo de café en China está aumentando y, esto representa, una oportunidad de negocio para los países productores. También es una excelente oportunidad para productores de café que se enfocan en la especialidad, apuntando a alianzas con cafeterías de Tercera Ola.

Consumo de café en China: una oportunidad de mercado

En un estudio realizado por Mordor Intelligence sobre el mercado de café en China indica que el mercado de café tendrá una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR, por sus siglas en ingles) de 10, 42%. La ciudad de Chengdu, en el año 2020, se abrieron en promedio una cafetería por dia. Esta ciudad es el tercer mercado más grande de China. A raíz de la pandemia y las medidas de aislamiento, el consumo de café instantáneo aumentó. La demanda de café continúa en aumento, especialmente en zonas urbanas y, sobre todo, en profesionales jóvenes.

El segmento de interés

Fuente: mordorintelligence.com

Al observar el cuadro anterior, usted podría identificar cual sería su segmento objetivo dentro del mercado de café en China. Particularmente, para pequeños productores o, no tan pequeños también, enfocados en la especialidad, pueden orientar sus esfuerzos hacia las tiendas especializadas. Tiendas de café de Tercera Ola, que realicen sus propios tostados, que ofrezcan café de especialidad y resalten el origen.

Cerezas de café cultivadas con fertilizante orgánico
Cerezas de café cultivadas de manera orgánica

Este interesante segmento, va en pleno crecimiento, según lo planteado por la Asociación China de Café de Beijing a una tasa anual del 15 %. Entonces, para todas esas fincas de café, que tengan entre sus objetivos de negocio, la exportación, definitivamente China es una, muy viable, opción.

Es un buen objetivo de negocio para una finca de cafe, producir y destacarse en la calidad de su café verde, con todo lo que eso conlleva. Un café de origen, mejor aún, catalogado como de especialidad, será muy apreciado por las tiendas especializadas y, sobre todo, bien pagado.

Amigos caficultores, éxitos en sus negocios.

José Luis Araque con una despulpadora de café
Jose Luis Araque MSc. / Productor, tostador de cafe & Barista SCA

Bolsas para café con válvula desgasificadora

Las bolsas para café con válvula desgasificadora permiten, conservar y preservar, las características organolépticas del cafe.
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Las bolsas para café con válvula desgasificadora son sinónimo de calidad y frescura. Generalmente, son usadas por las empresas de café que quieren preservar las características organolépticas del café que ofrecen.

Bolsas de cafe con colores llamativos

Las bolsas para café con válvula desgasificadora son sinónimo de calidad

Iniciando un recorrido por la oferta de café, nos encontramos que los cafés de origen y, de ahí, los de especialidad, ofrecen su producto en bolsas con válvula. Estas, permiten la salida de gases, especialmente CO2. e impiden la entrada de aire, para evitar la oxidación del café tostado. Y, por ende, mantiene sus propiedades organolépticas por más tiempo. El proceso de desgasificación es natural a todos los cafés y, por ello, estas bolsas son la mejor opción. Este tipo de bolsas o empaques son ampliamente usadas, a nivel mundial, por productores de café que han dado el paso de comercializar su cafe, bajo un enfoque de calidad.

Escoja la presentacion que mejor se adapte a sus necesidades

Usted puede escoger desde 250, 500, 1000 y 2500 gramos, en Flow Pack, Cuatro selles, Doy Pack. Puede incluir, tambien, Peel stick para poder cerrar la bolsa con comodidad, una vez abierta. Y, una variedad de colores para que combinen perfectamente con su marca.

Bolsas para cafe en diferentes colores
Diferentes colores para combinar con los colores de marca.

En estas bolsas se puede agregar una etiqueta autoadhesiva con su información de marca. Combinar con o sin Peel stick etc.

Bolsa de papel Kraft con Peel stick
Bolsa de papel Kraft con peel stick

Tambien pueden ser impresas

Si lo desea y, enviando el diseño, se pueden despachar impresas, hasta tres colores o full color. Su presentación de producto sera mucho mas elegante, por asi decirlo. Todo depende de su concepción de producto y de su segmento objetivo.

Para saber lo que usted realmente desea, le presentamos un formulario de contacto, indique sus requerimientos de bolsas y con gusto nos pondremos en contacto.

Estamos para servirle

José Luis Araque con una trilladora de café
José Luis Araque es productor y tostador de café. Barista SCA. MSc. Gerencia de Empresas mención Mercadeo

Casa Steinvorth un icono del café en el Táchira

La casa Steinvorth es un icono, un símbolo, de la ciudad de San Cristóbal y, parece destinada a dar mas a esta tierra.
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La casa Steinvorth es un icono de la ciudad de San Cristóbal, representa una época dorada del café y la influencia de los alemanes en el Táchira. Esta casa es testigo, de un pasado, que fue una mezcla de fortuna y adversidades.

Como llegaban los alemanes

Antes de seguir estas líneas, hay que comprender que Venezuela, en el siglo XIX, recibió ciudadanos alemanes, italianos, corsos, y de otras latitudes; todos emprendedores. Estuvieron en diferentes ciudades dejando huella con sus negocios. La travesía no era fácil, era todo un reto, solo llegar a San Cristóbal, imagine un largo viaje en barco desde el puerto de Hamburgo -los que venían de Alemania-. Llegar a Curazao, ahí tomar un barco para llegar al puerto de Maracaibo. Tomar una piragua o pequeño velero hasta el puerto de Encontrados.

Y, aún falta, en el puerto de Encontrados, tomar una especie de chalana y, aguas arriba, en un trayecto de dieciséis días, donde se escuchaban los rugidos del puma y el canto de los papagayos, hasta Puerto Villamizar, en territorio colombiano. Luego, cabalgar en unos jamelgos durante dos días. Posteriormente, el ferrocarril de Cúcuta, ya en esa ciudad, a lomo de caballo o mula, cruzar el río Táchira para llegar a San Antonio. Dejar atrás el calor que marca esa frontera, e ir subiendo y sintiendo, como la temperatura va bajando y, la brisa cada vez más agradable, marca la llegada a Capacho, para, finalmente, en otra jornada, llegar a San Cristóbal. Así lo describió Heinrich Rode en su obra Los alemanes en el Táchira.

Libro Los Alemanes en el Táchira y una taza de café negro en Caroai Cafe. Casa Steinvorth
Los Alemanes el Táchira: memorias de Heinrich Rode un libro interesantisimo.

Hacia la Casa Steinvorth

Entre San Cristóbal, Maracaibo y Cúcuta los comerciantes alemanes establecieron un triángulo comercial para importar y exportar productos, uno de estos era el cafe. El primero en establecerse en San Cristóbal fue el alemán Henrique Thies en 1860, quien se hizo socio del señor Augusto Lincke, quien había llegado a Maracaibo en 1852. Thies fundó la primera botica de la ciudad en la calle 4 entre carreras 5 y 6. Posteriormente, la siguientes casas alemanas en establecerse son la Minlos Breuer, luego la Andressen Möller constituida en Cúcuta en 1883 y que, posteriormente, sería Steinvorth.

La Botica Alemana

La fundación del mercado cubierto a finales de 1876, en el área que hoy en día ocupa el actual Centro Cívico, cambió la ciudad. Los establecimientos comerciales se movieron hacia ese sector tan concurrido. Entonces, la carrera seis desde la calle 5, prolongandose hacia el norte, empieza a conocerse como: La carrera del comercio. La Botica Alemana construye su nueva sede en la calle siete entre carreras cinco, actual quinta avenida, y la carrera seis, ocupando casi toda la manzana. Y, es desde esta casa donde surge la prominente figura, para la época, de Heinrich Rode.

Esta casa, La Botica Alemana, fue testigo de primera línea del sitio que realiza en 1899 el Gral. Cipriano Castro, donde sus tropas la toman y establecen de cuartel. Esa casa fue escenario de cruentos combates, ahí en plena calle 7, ese era el frente, donde por cierto, cientos de sacos de café fungieron de trinchera. El objetivo de Castro era la sede del gobierno regional en la calle cinco con carrera cinco. Esa casa que fuera sede gubernamental, ya no existe, ahora pertenece o pertenecía a Banfoandes.

Area donde estuvo la Botica Alemana, calle 7 entre carrera 6 y la actual 5ta, Avenida. Cerca de la Casa Steinvorth.
Aquí estuvo la Botica Alemana, casi toda la manzana, el alemán Heinrich Rode la manejo con gran voluntad.

Es muy lamentable que no se haya conservado ninguna de estas casas. Ni la que fue la Botica Alemana, ni la que fuera sede del gobierno. Dos patrimonios que desaparecieron y, con ellos, parte de la memoria del gentilicio tachirense.

Andressen Möller a la Casa Steinvorth

El mercado cubierto, lugar que ocupa actualmente el Centro Cívico, combinado con la carrera seis, le dan forma a la nueva área comercial de la ciudad. Al frente del mercado, hacia el norte, estaba la plaza Guzmán Blanco, luego plaza Páez y, ahora, la plaza Bolívar. Entonces, en la esquina suroeste de la plaza, en la carrera seis con calle ocho -hoy, boulevard Chucho Corrales- se levantó, se cree que fue la primera, edificación de dos pisos de la ciudad. Esta espectacular casa, con hermosos balcones y una hermosa terraza, fue la Andressen Möller, que luego, la ciudad conocería como la Casa Steinvorth.

El señor Andressen Möller tenía como socio al señor Werner Steinvorth, ambos residían en Cúcuta. La construcción de la casa culminó en 1892, luego construyeron la de Maracaibo, la primera fue la de Cúcuta. En 1899 el señor Andressen Möller falleció en Sttugart; Alemania. El señor Steinvorth procedió a aplicar las cláusulas de la sociedad y, en 1900 el nombre de Steinvorth, ya se menciona en la ciudad de San Cristóbal. Años más tarde, en amistoso y de común acuerdo, logra con la señora Andressen la separación de la sociedad.

El señor Steinvorth nunca vivió en San Cristóbal, se residenció en Cúcuta y en Hamburgo, controló sus negocios por medio de apoderados. Al morir el señor Steinvorth, la empresa continuo de la mano del señor Bruno Werth hasta su muerte en 1928, quien por cierto, construyó para su esposa, la Quinta Ursula, que es hoy la Residencia de Gobernadores en el sector Barrio Obrero. Continuaron los hijos del señor Steinvorth, especialmente Guido Steinvorth.

La Casa Steinvorth y la nueva era del café

Esta famosa casa alemana tuvo un auge y, finalmente, cesó sus actividades. Pero, su estructura ha logrado sobrevivir, es parte de la memoria tachirense y, debe ser conservada. Más bien usada, pero con muy buenos propósitos, ahora que las circunstancias son propicias para la producción, de lo que fue, nuestro producto insignia.

Cerezas de café cultivadas con fertilizante orgánico
Cerezas de café cultivadas de manera orgánica

El café está renaciendo, se están retomando y fundando cultivos, así que, la Casa Steinvorth, tiene mucho que ofrecer. Podría convertirse en una institución que represente o, más bien, que promueva la caficultura tachirense.

Terraza de la Casa Steinvorth
Terraza de la Casa Steinvorth

Por ejemplo: Una fundación para el desarrollo del café, que promueva el café sostenible, que es un concepto interesantísimo. Con capacidad de generar sus recursos, que persiga el café de especialidad, con miras a la exportación y recuperar el nombre del café tachirense en los escenarios nacionales e internacionales. Este vetusto, pero soberbio edificio, tiene todo para instalar laboratorios, salas de conferencia, salas de negocio, aulas para capacitar a los caficultores. Obviamente, una excelente barra de café, para disfrutar de los mejores cafés de origen del Táchira. Convertirse en un museo del café y en uno de los sitios turisticos de San Cristobal. La Casa Steinvorth es una imagen, es historia tachirense y, aún, tiene mucho que darle a estas tierras.

Escrito por:

José Luis Araque con una trilladora de café
José Luis Araque es productor y tostador de café. Barista SCA. MSc. Gerencia de Empresas mención Mercadeo

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Hacienda La Victoria es historia del cafe

La hacienda La Victoria es un monumento a la historia del café en Mérida y Venezuela.
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Hacienda La Victoria es historia del café, tanto en Mérida como para Venezuela. Ahí, en el valle del Mocotíes, nos muestra el monumento que es, tal como un templo griego, mostrando solemnidad, cultura, historia y hasta elegancia.

Fachada de la hacienda La Victoria
Fachada de la hacienda La Victoria.

La hacienda La Victoria es historia silente del café

La Hacienda La Victoria está en el valle del Mocotíes, saliendo de Santa Cruz de Mora en una bifurcación de la vía, una hacia El Vigía y la otra hacia Mérida, ahi nos encontramos con una espectacular construcción, que da fe, de la importancia que ha tenido el café en la economía de Mérida y de Venezuela. El café en el siglo XIX comienza a desplazar al cacao como principal elemento de la economía de Venezuela y, es el momento en que hombres visionarios actuaron con el objetivo de aprovechar tal situación.

Abajo la sala de máquinas o beneficio y arriba salón de conferencias.

Esta hacienda tuvo varios dueños hasta que llegó a manos del sr. Simon Noe Consalvi, quien inició los trabajos necesarios para convertirla en un moderno -para la época- centro de acopio, beneficio y comercio de café. Años más tarde, la compra el sr. Calogero Paparoni, inmigrante italiano quien había llegado a Santa Cruz de Mora siendo muy joven, fue su más famoso propietario, pues trajo la mejor maquinaria de la época, para el beneficio del café. Posteriormente, en el año 1991 uno de los descendientes del sr. Paparoni vende la hacienda al ejecutivo regional del estado Mérida, y se decidió su recuperación para convertirla en museo y centro de difusión de la cultura del café.

Placa de bronce en la Hacienda La Victoria, donde se creo el Museo Internacional del Café.
Placa de bronce donde se nombra a la Hacienda La Victoria como Casa Internacional del Café.

La mejor maquinaria

Al visitar la hacienda la Victoria, te encuentras con un museo dedicado a los inmigrantes. Un justo reconocimiento a hombres y mujeres de otras latitudes que vieron en Venezuela su nuevo hogar. Muchos de ellos le dedicaron sus vidas al cultivo, proceso y comercializacion del café.

El otro museo es el dedicado al café. Y es que toda la estructura, obviamente, fue concebida para desarrollar parte importante de la cadena de valor del café. Era un centro de recepción, de beneficio, secado y despacho de café, la mayoria exportado. El proceso post cosecha que se utilizaba era el Lavado, un proceso vigente y con excelentes resultados.

Sala de beneficio de la hacienda La Victoria.
Sala de beneficio donde se expone parte de la maquinaria para procesar el cafe.

La maquinaria que se observa fue fabricada y traida de Inglaterra. Jhon Gordon Co. se lee en las placas de las maquinas. Se ven despulpadoras, trilladoras, hasta parte de lo que fue un gran secador de café en pergamino. La presencia de lo que fuera este secador, nos da una idea de la cantidad, del alto volumen de procesamiento del grano. Hay un inmenso patio de secado, con lozas de barro cocido, pero, debió ser muy dificil secar cafe en el patio, cuando el clima tendía a la lluvia. Estas maquinas, con toda seguridad, llegaron al puerto de Maracaibo de ahí, desembarcadas y, nuevamente embarcadas, hasta el puerto de la Ceiba. Luego en mulas, primeramente, y despues, con los años, transporte automotor.

El presente y el futuro

Turistas visitando la Hacienda la Victoria. Nótese el extraordinario salón y los pupitres.

La hacienda La Victoria nos habla de un pasado de esplendor del café. ¿Pero, ahora, como puede aportar, semejante simbolo, a la caficultura actual? Podría convertirse en una fundación que pueda recibir y producir recursos. Ser autónoma en su funcionamiento, en su mantenimiento, dar empleo, capacitación, cursos de extension a los caficultores, laboratorio para analisis, catación y degustaciones de café, souvenirs, convertirse en sitio de valor e interés turístico. Un estudio para definir, lo mas util y lo mejor, para la estructura, para la caficultura, para el turismo, bien fundamentado, con los objetivos bien definidos, obviamente arrojaran unas excelentes conclusiones y recomendaciones.

Patio de secado de La hacienda La Victoria

La hacienda La Victoria dio mucho en el pasado, pero ahora, en el presente y con miras a impulsar el cafe de Mérida y de Venezuela, tiene mucho que dar y, usted querido lector, si le gusta el cafe, tiene que visitar la hacienda La Victoria.

Escrito por:

José Luis Araque al lado de una despulpadora de café
José Luis Araque es Magíster en Gerencia de Empresas mención Mercadeo. Productor y tostador de Café. Barista SCA

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